DEMENCIA

Demencia (del latín de: «alejado» + mens -genitivo mentis-: «mente») es la pérdida progresiva de las funciones cognitivas debida a daños o desórdenes cerebrales.

Característicamente, esta alteración cognitiva provoca incapacidad para la realización de las actividades de la vida diaria.

EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD 

Durante la evolución de la enfermedad, se puede observar pérdida de orientación tanto la orientación espacio-temporal como de identidad. La demencia puede ser reversible o irreversible según el origen etiológico del desorden.

Las personas con demencia pueden mostrar también, según avanza la enfermedad, rasgos psicóticos, depresivos y delirios.

Dentro de los síntomas conductuales, los primeros hallazgos consisten en cambios de personalidad o de conducta leves, que posteriormente se hacen más evidentes con cuadros de delirio o alucinaciones. Los dementes suelen experimentar cuadros de confusión al ser hospitalizados o secundarios a otras enfermedades como infecciones o alteraciones metabólicas.

La demencia puede afectar el lenguaje, la comprensión, la habilidad motora, la memoria a corto plazo, la capacidad de identificar elementos de uso cotidiano, el tiempo de reacción, rasgos de la personalidad y funciones ejecutivas.

Aunque la alteración de la memoria puede, en una minoría de casos, no ser un síntoma inicialmente dominante, es la alteración típica de la actividad cognitiva en las demencias, sobre todo para la más frecuente que es la enfermedad de Alzheimer, y su presencia es condición esencial para considerar su diagnóstico.

TIPOS SEGÚN ETOLOGÍA

Los tipos más comunes son:

Demencias corticales, degenerativas o primarias

Este tipo de demencia es tratable. El factor patógeno también es una disfunción o pérdida de neuronas por causas externas al metabolismo neuronal.

· La demencia vascular o demencia multiinfarto (antiguamente llamada demencia arteriosclerótica), incluyendo la enfermedad de Binswanger.

· El complejo de demencia del SIDA.

· La pseudodemencia depresiva.

· La hidrocefalia normotensiva.

· Los estados de confusión aguda o delirio.

· El hipotiroidismo.

· Las deficiencias de vitamina B6 o B12.

· Ciertos tumores.

· Y en casos muy raros:

    • Los traumatismos craneoencefálicos.
    • La enfermedad de Parkinson.
    • La enfermedad de Huntington.
    • El síndrome de Down.
    • La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

 

Demencias mediadas inmunológicamente

Entre las principales enfermedades que pueden producir demencias mediadas inmunológicamente se incluyen:

· La enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten no celíaca sin diagnosticar ni tratar (la demencia puede ser la única manifestación de estas enfermedades, en ausencia de síntomas digestivos o de otro tipo).

· El síndrome de Behcet.

· La esclerosis múltiple.

· La sarcoidosis.

· El Síndrome de Sjögren.

· El lupus eritematoso sistémico.

Las demencias mediadas inmunológicamente pueden progresar rápidamente pero, a diferencia de las demencias causadas por neurodegeneración, suelen tener una buena respuesta al tratamiento, instaurado precozmente. Por todo ello, es necesario su diagnóstico urgente. No obstante, la mayoría de neurólogos desconoce este tipo de demencias y sus causas.

Los tratamientos pueden incluir la administración de inmunomoduladores, corticosteroides o la eliminación del agente causal. En el caso de la enfermedad celíaca y de la sensibilidad al gluten no celíaca, el tratamiento temprano con la dieta sin gluten suele permitir la mejoría o la recuperación completa de la demencia. Asimismo, la dieta sin gluten se emplea como prueba diagnóstica ante la sospecha de una demencia causada por el consumo de gluten.